Carta a los Misioneros N° 7


CARTA A LOS MISIONEROS Nº 7 – ADVIENTO

Escrito por Hna. Cecilia María                                                                                    martes, 04 de diciembre de 2012

                                                   ADVIENTO: UNA NUEVA VISITACIÓN

Queridos Misioneros de la Campaña: Nuestra tarea la comprendemos y valoramos como una nueva Visitación. Nos ofrecemos a nuestra Madre y Reina para que Ella pueda visitar, llegar a tantas familias y realidades humanas. Es lindo por eso meditar que el tiempo de Adviento es un tiempo de Visitación.

Dice el Papa Benedicto XVI: «El significado de la expresión “adviento” comprende también el de visitatio, que quiere decir simple y propiamente «visita»; en este caso se trata de una visita de Dios: Él entra en mi vida y quiere dirigirse a mí. Todos tenemos experiencia, en la existencia cotidiana, de tener poco tiempo para el Señor y poco tiempo también para nosotros. Se acaba por estar absorbidos por el “hacer”. ¿Acaso no es cierto que a menudo la actividad es quien nos posee, la sociedad con sus múltiples intereses la que monopoliza nuestra atención?

«El Adviento, este tiempo litúrgico fuerte que estamos empezando, nos invita a detenernos en silencio para captar una presencia. Es una invitación a comprender que cada acontecimiento de la jornada es un gesto que Dios nos dirige, signo de la atención que tiene por cada uno de nosotros”

En la Liturgia de Adviento escuchamos la Antífona: «Anunciad a todos los pueblos: Dios viene, nuestro Salvador» El  no deja nunca de pensar en nosotros, respetando totalmente nuestra libertad desea encontrarnos, visitarnos, quiere venir, vivir en medio de nosotros, permanecer en nosotros.

En cierto sentido, el Señor desea venir siempre a través de nosotros, y llama a la puerta de nuestro corazón:

¿Estás dispuesto a darme tu carne, tu tiempo, tu vida? Esta es la voz del Señor,

que quiere entrar también en nuestro tiempo, quiere entrar en la historia humana

a través de nosotros. Busca también una morada viva, como fue María. Esto es lo que queremos aprender de nuevo en el tiempo del Adviento: que el Señor pueda venir a través de nosotros, Llevar la presencia viva de Jesús y de María a través de la Campaña.

Es tiempo de Adviento en el “Año de la Fe”, todos nosotros como Misioneros de la Campaña, somos para los que nos rodean “puertas de fe”. Estamos llamados  en este año, “ a testimoniar una vida nueva transformada por Dios y así señalar el camino”.  ( Benedicto XVI, 11, 10. 2012). La fecundidad de la Campaña reside en la santidad de todos aquellos que día a día testimonian con su vida, que Ella la Gran Misionera ha transformado sus vidas

Don Joao, nos mostró el camino: “Vivo observando que siempre debo hacer más, y tener el coraje  de ofrecer la propia vida por las familias, por su santificación” Don Joao no solo hizo “caminar  la imagen”, el mismo irradió la presencia de Cristo, de María. Esos son los santos, los que dejan traspasar la luz de Dios en sus corazones.

¡Hacen posible que cada día sea Navidad!